Nadie sabe donde comenzó pero cuando el mundo se dió cuenta lo que estaba sucediendo ya era muy tarde.

Después de escapar de la comunidad del paraíso, Maki y  Shota finalmente llegaron al Tokio Dome, el campo de refugiados de la región de Kanto y uno de los últimos lugares para sobrevivir al brote de zombies.

Maki, quien trae consigo las dosis restantes de la vacuna desarrollada en el Centro Farmaceútico Gunma donde despertó en el primer volumen, es atendida por la estructura en el poder en el domo, donde un puñado de privilegiados, bajo la dirección del Coronel  Shimamoto, viven en el lujo, mientras que la mayoría de los sobrevivientes se ven reducidos a sobrevivir en condiciones espantosas.